Feed Your Gut, Fuel Your Brain

Alimenta tu intestino, alimenta tu cerebro

Nuestro intestino y nuestro cerebro están conectados de una manera que la ciencia apenas comienza a comprender completamente. Pero lo que sí sabemos es que nuestro intestino alberga billones de bacterias, conocidas colectivamente como microbioma intestinal. Y este microbioma no sólo nos ayuda a digerir nuestros alimentos, sino que también desempeña un papel crucial en la regulación de nuestro estado de ánimo, comportamiento y función cognitiva.

En este artículo, exploraremos cómo su sistema digestivo y su cerebro están más estrechamente vinculados de lo que cree. Además, ¡seis consejos sencillos que te ayudarán a restablecer tu digestión!

Conozca su instinto

Empecemos por el intestino, también conocido como sistema digestivo. Su intestino es un tubo que comienza en la boca y termina en el recto. Es responsable de descomponer los alimentos que consumes y extraer los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar.

El intestino alberga billones de microorganismos que trabajan juntos, formando un miniecosistema completo.

Una de las partes más importantes de este ecosistema es el revestimiento intestinal . Si miras más de cerca, verás millones de pequeñas proyecciones en forma de dedos llamadas vellosidades. Su trabajo principal es captar los nutrientes de los alimentos que consume y transportarlos a diferentes partes de su cuerpo, donde se utilizan para alimentar sus células y procesos corporales.

La conexión intestino-cerebro

¿Con qué frecuencia consideras que tu intestino y tu cerebro están en constante comunicación? Están conectados por el nervio vago, un nervio largo y sinuoso que va desde el tronco del encéfalo hasta el abdomen. Este nervio es como una superautopista de información que envía señales ultrarrápidas entre el intestino y el cerebro. Esta conexión juega un papel muy importante en su salud general y es responsable de regular su estado de ánimo, su equilibrio digestivo, controlar su apetito e incluso controlar su sistema inmunológico.

El “Segundo Cerebro”.

Pero, ¿cómo funciona exactamente este sistema de comunicación? Bueno, el intestino y el cerebro están conectados por una compleja red de neuronas, hormonas y células inmunitarias, conocida como sistema nervioso entérico (SNE) o " segundo cerebro ". Si bien el ENS controla principalmente la digestión y la absorción de nutrientes, también se comunica con el sistema nervioso central (SNC), el cerebro y la médula espinal.

Su sistema nervioso entérico puede detectar pequeños cambios en el entorno intestinal, como la presencia de alimentos o bacterias, y enviar señales al cerebro. Estas señales suelen tener un impacto significativo en su estado de ánimo y comportamiento. Uno de los neurotransmisores más importantes producidos por el intestino es la serotonina (la hormona de la felicidad). Sorprendentemente, ¡hasta el 90% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino, no en el cerebro ! Entonces, si su salud intestinal está desequilibrada, su estado mental y sus emociones también pueden dispersarse.

Pero no es una calle de sentido único.

Su cerebro también puede enviar señales directamente a su intestino. La salud digestiva está estrechamente relacionada con su estado emocional, hasta el punto de que sentimientos como la ira, la ansiedad, la tristeza y la alegría pueden tener un efecto profundo en su salud intestinal.

Por ejemplo, ¿alguna vez has notado que cuando estás estresado te duele el estómago o te desaparece el apetito? ¡Ese es el eje intestino-cerebro en acción! Cuando estás estresado o abrumado, tu cerebro envía señales al sistema nervioso entérico (SNE), provocando todo tipo de problemas digestivos.

Cómo el intestino permeable puede afectar la función cerebral

El intestino permeable es una afección en la que el revestimiento de los intestinos se vuelve permeable y comienza a permitir que todo tipo de partículas de alimentos, toxinas y bacterias no digeridas lleguen al torrente sanguíneo. Esto puede ser un dolor de estómago, literalmente. Si experimenta síntomas frecuentes como hinchazón, gases, diarrea, estreñimiento, fatiga y confusión mental después de comer, podría indicar un intestino permeable.

¿Pero qué lo causa? Bueno, no hay una única respuesta a esa pregunta: hay varios factores diferentes que pueden contribuir. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Dieta: si comes constantemente alimentos procesados, bocadillos azucarados y refrescos, no le estás haciendo ningún favor a tu intestino. Este tipo de alimentos pueden dañar el revestimiento de los intestinos con el tiempo, haciéndolos más permeables.

  • Medicamentos: los antibióticos, los AINE (como la aspirina y el ibuprofeno) y los bloqueadores de ácido pueden alterar el equilibrio de las bacterias saludables en el intestino.

  • Estrés: El estrés crónico puede causar estragos en su sistema digestivo al suprimir su sistema inmunológico y hacerlo más susceptible al desequilibrio digestivo, enfermedades e infecciones.

  • Toxinas ambientales: la exposición a toxinas como pesticidas, metales pesados ​​y moho puede contribuir a un intestino permeable al dañar el revestimiento intestinal y provocar inflamación.
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  • Genética: algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar intestino permeable debido a factores genéticos.

¿Cómo afecta todo esto a tu cerebro? Si no se trata, un intestino permeable puede provocar una inflamación cerebral crónica, que puede alterar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina. Por eso no es raro que las personas con intestino permeable experimenten síntomas de depresión y ansiedad. Los estudios han relacionado además la inflamación cerebral con un mayor riesgo de enfermedades cerebrales como el Alzheimer, el Parkinson y la depresión. Por lo tanto, no sólo el intestino se ve afectado, sino todo el cuerpo.

Control intestinal: 6 formas de restablecer la digestión

¿Te sientes lento últimamente? Tal vez sea hora de mostrarle algo de amor a tu instinto y darle la atención que merece. Pero no te preocupes, no es tan intimidante como parece. Tomar medidas para mejorar su salud intestinal puede ser bastante simple y fácil de hacer.

Aquí hay seis consejos que le ayudarán a restablecer su intestino y hacer que se sienta con más energía, saludable y feliz.

Comer conscientemente

Para reflexionar: su intestino alberga billones de bacterias que ayudan con la digestión y la inmunidad. Pero si llevas una dieta rica en alimentos procesados, azúcar y grasas no saludables, estás alimentando las bacterias malas y matando a las buenas. Una dieta colorida rica en fibra, frutas, proteínas magras, grasas saludables y vegetales puede promover el crecimiento de bacterias saludables que su intestino necesita para prosperar.

Evite los antibióticos

Los antibióticos pueden ser medicamentos que salvan vidas cuando se usan adecuadamente. Pero también pueden resultar perjudiciales para la salud intestinal. Los antibióticos actúan matando las bacterias, tanto buenas como malas, del cuerpo. Esto puede provocar un desequilibrio en el microbioma intestinal, lo que provocará problemas digestivos, inmunidad debilitada y problemas de salud mental.

Vitamina D y sol

La vitamina D no solo sirve para mantener los huesos fuertes, sino que también mantiene la integridad de la barrera intestinal y ayuda al cuerpo a absorber nutrientes como el calcio, el magnesio y el fosfato, todos esenciales para una buena salud intestinal. Una deficiencia se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Las personas con niveles bajos suelen tener microbiomas intestinales menos diversos, lo que puede provocar una gran cantidad de problemas de salud adicionales, como obesidad, diabetes e incluso depresión.

Fuentes dietéticas: algunas de las mejores fuentes de alimentos incluyen el salmón, el atún, la caballa y las sardinas silvestres. Tenga en cuenta que uno de los métodos más sencillos para aumentar la vitamina D es tomar un poco de sol. En realidad, nuestro cuerpo produce vitamina D cuando nuestra piel está expuesta a la luz solar. Solo recuerde tener en cuenta su exposición al sol y proteger su piel.

Elegir un suplemento:

Agregar un suplemento de vitamina D de alta calidad a su rutina puede marcar una diferencia notable en su estado de ánimo y energía en general. Cuando busque la fórmula perfecta, opte por una que contenga un complejo biodisponible de vitamina D3 + vitamina K. Esto asegura que su cuerpo pueda absorber la máxima cantidad de nutrientes posible.

Y aquí hay un consejo profesional: busque la forma colecalciferol de vitamina D, que es la forma natural que produce su cuerpo cuando se expone a la luz solar.

Más magnesio

Este poderoso nutriente juega un papel clave en el proceso digestivo, asegurando que nuestro cuerpo pueda descomponer los alimentos de manera eficiente y absorber los nutrientes que necesitamos. Para empezar, ayuda a relajar los músculos del tracto digestivo, lo que permite que los alimentos se muevan con mayor facilidad y reduce la probabilidad de sufrir calambres dolorosos o hinchazón. También actúa como laxante natural, favoreciendo la regularidad de las deposiciones y previniendo el estreñimiento.

Fuentes dietéticas: hay muchos alimentos ricos en magnesio para elegir, incluidas verduras de hojas verdes como espinacas y col rizada, nueces y semillas, cereales integrales y pescado graso.

Elegir un suplemento:

El cloruro de magnesio es una de las formas de magnesio más absorbidas y proporciona una excelente manera de reponer y mantener sus niveles. La Dra. Carolyn Dean, autora de The Magnesium Miracle , recomienda un cloruro de magnesio líquido como una fuente segura y eficaz, ya que no causa los mismos efectos laxantes, en comparación con otros tipos. Esto te permite acceder a todos los beneficios sin miedo a estar corriendo al baño todo el día.

Prebióticos + Probióticos

El dúo poderoso. Los prebióticos son fibras vegetales especiales que el cuerpo no puede digerir; en cambio, actúan como alimento para las bacterias saludables (probióticos) que viven en el intestino. Al alimentar a las bacterias buenas, los prebióticos ayudan a aumentar su población. Esto, a su vez, previene el crecimiento de invasores dañinos que pueden causar problemas digestivos.

Los probióticos, por otro lado, son bacterias y/o levaduras vivas y útiles que viven en el intestino. Previenen el crecimiento de bacterias dañinas, reducen la inflamación y mejoran la absorción de nutrientes. Algunas investigaciones muestran que tomar probióticos con regularidad puede reducir los niveles de cortisol , la hormona asociada con el estrés. Juntos, los prebióticos y los probióticos forman una relación simbiótica que puede tener un efecto profundo en nuestra salud y bienestar.

Fuentes dietéticas: los prebióticos se encuentran en varios alimentos como la cebolla, el ajo, los plátanos, la avena, los espárragos y las manzanas. Mientras tanto, los probióticos se pueden encontrar en alimentos fermentados como el yogur, el kimchi, el kéfir, el chucrut y el kéfir. Entonces, la próxima vez que vaya al supermercado, intente elegir algunas opciones ricas en prebióticos y probióticos para darle un impulso a su intestino (¡y a su cerebro!).

Elegir un suplemento:

Agregar más probióticos a su dieta puede ser tan simple como tomar un suplemento que contenga cepas del suelo. A diferencia de muchos otros tipos de probióticos que son destruidos por el ácido del estómago antes de que puedan hacer su magia, los probióticos que se encuentran en el suelo son mucho más resistentes. Pueden sobrevivir al viaje ácido a través del estómago y llegar al intestino para brindarle los beneficios que busca.

Cuando se toman regularmente, las fórmulas a base de tierra pueden ayudar a mejorar la digestión, mejorar la absorción de nutrientes y fortalecer el sistema inmunológico. Es como darle a su intestino un equipo estelar de bacterias para ayudarlo a funcionar de la mejor manera.

Tómate el día libre

Cuando experimenta estrés, la respuesta natural de su cuerpo es liberar hormonas del estrés que hacen que su sistema digestivo se ralentice o incluso se detenga por completo. Esta alteración puede provocar hinchazón, estreñimiento, inflamación y deterioro de la salud inmunológica.

Entonces, ¿cuál es la solución? Incorporar técnicas de relajación en su rutina diaria puede hacer maravillas para reducir el estrés y promover una microbiota intestinal saludable. La meditación, la respiración profunda y el yoga son excelentes opciones para ayudarte a sentirte más a gusto. Por supuesto, no olvide lo esencial como ejercicio regular, una dieta nutritiva y sueño adecuado. Todos estos factores desempeñan un papel fundamental a la hora de defenderse del estrés y mantener un intestino feliz y sano.

Feliz intestino, feliz tú

Tu salud digestiva puede tener un impacto significativo en el funcionamiento de tu mente. A medida que aprendemos más sobre la compleja relación entre ambos, queda claro que mejorar la salud intestinal puede conducir a una mejor función cognitiva, regulación del estado de ánimo y bienestar general.